Mireia Uranga. Reconocimiento 1000 Mujeres para el Premio Nobel de la Paz (2005)
Mireia Uranga, nacida en España en 1966, es una educadora de paz que cree en el diálogo y la mediación de conflictos. Es asesora del Centro de Investigación de Paz Gernika Gogoratuz, un centro independiente que aplica nuevas estrategias para el desarrollo de una cultura de paz. Desde 2003, Mireia también ha sido co-directora del Centro Indargi (Fuerza y Luz) y colabora en proyectos internacionales para el desarrollo de la educación para la paz. Ella forma parte de la Educación Europea como miembro del grupo de Educación para la Paz.
Mireia Uranga es una mujer vibrante y positiva cuyos objetivos principales son la paz y la vida armoniosa. Su estrategia es el diálogo y el compromiso activo en la mediación de conflictos. Para Mireia, «un conflicto es una parte inherente del ser humano», y su objetivo es «abordar todos aquellos aspectos que hacen que las situaciones de conflicto sean negativas y destructivas y transformarlas en procesos pacíficos, eliminando la violencia y la destructividad que a menudo se generan». El primer paso para resolver cualquier conflicto y caminar hacia la paz comienza en «aceptar la existencia del conflicto».
Desde 1989, su trabajo en el Centro de Investigación de Paz de Gernika Gogoratuz ha sido la búsqueda de estrategias para la educación para la paz. La primera semilla para el centro fue sembrada por un miembro del Partido Verde alemán que solicitó al Parlamento alemán que creara un centro de investigación para la paz en el País Vasco, como un gesto de reconciliación después del bombardeo de Guernica por el ejército nazi en 1937. Esta propuesta fue rechazado, pero el Parlamento vasco lo persiguió y decidió por unanimidad crear un centro de estudios de paz vinculado al símbolo de Guernica. “El centro nació para estimular una cultura de paz desde la escala local a la global, de manera sistemática. Su característica específica ha sido la transformación de conflictos en la búsqueda de la reconciliación, como lo ha demostrado el proceso.
Fuente: 1000 PeaceWomen Across the Globe (2005): p. 158.
